Investigadora:

• Nayra Alejandra Zeballos Claure

El hábitat del ser humano ha evolucionado a lo largo del tiempo, siendo caracterizada y definida en las diversas agrupaciones sociales de un determinado territorio. A estas agrupaciones se las conoce como asentamientos humanos, de los cuales se distinguen dos tipos: ̈los asentamientos urbanos y los asentamientos rurales ̈ (Borda, 2016).

Existen diversas características que permiten diferenciar los asentamientos urbanos y rurales entre sí, que van generando una división acentuada entre ambas, percibidas en el ámbito social, cultural, económico y territorial.

El asentamiento urbano, a lo que llamamos ciudad, es considerada como la evolución del hombre en su forma de vivir, gracias al avance tecnológico y científico que ha permitido su crecimiento acelerado, creando un nuevo nivel ideal de calidad de vida a alcanzar, este se conoce como modernidad. Por otro lado, el asentamiento rural o campo, es considerada actualmente como el pasado, con un retraso en su desarrollo, es decir, no alcanzo el nivel de vida creado en la ciudad, teniendo necesidades que no fueron cubiertas en su totalidad, causando una disminución en la calidad de vida de sus habitantes.

La separación arbitraria del raciocinio para la organización espacial de asentamientos y su subsiguiente desarrollo económico ha desviado la atención de los planificadores del potencial inherente en las pautas espaciales y sociales de los asentamientos rurales. Aún en colonizaciones nuevas, la disposición espacial permanece sin investigar mientras que casi todos los otros aspectos son examinados a menudo en forma crítica. (O. Maos, 1984, pág. 15).

En cuanto al área de la arquitectura y urbanismo, las características espaciales, funcionales y morfológicas de los asentamientos humanos tienen sus diferencias, al igual que poseen la misma importancia de estudio, siendo un reto poder conocer cada una de estas para generar respuestas a sus necesidades, ya que mayormente las intervenciones en estos sectores tienen un enfoque social y económico, perdiendo el interés por conocer el aporte como comunidades rurales en conocimiento y experiencia para un mejor entendimiento de las mismas.

En Bolivia, existen diversas intervenciones en el área rural con programas que tienen el objetivo de apoyar su crecimiento económico como en abastecer sus necesidades básicas y de vivienda. Sin embargo, la falta de metodologías de estudio que contemplen a mayor profundidad la esencia de estas poblaciones tomando en cuenta su historia y cultura, pueden ser causantes de que aún existan necesidades que no fueron satisfechas exitosamente y que continúan tratando de resolver en cada gestión departamental como nacional.