Investigadores:
Uno de los principales problemas ambientales que enfrenta el mundo en los últimos años es el calentamiento global, el cual se caracteriza por el aumento de la temperatura promedio del planeta a consecuencia de la emisión de los gases de efecto invernadero.
El 80% de estos gases invernadero se originan por el uso de energía de combustibles fósiles como el petróleo y sus derivados (Peter et al., 2013). Siendo los plásticos uno de los principales productos que se obtienen de estos últimos. Este tipo de residuos sólidos generados en el mundo han aumentado, así como su heterogeneidad y toxicidad (Ventosa,2002). El manejo y consumo de los mismos se ha convertido a nivel mundial en un problema para las ciudades (Ojeda y Quintero, 008; AIDI-IDRC, 2006).
Este consumo se ve reflejando en los diferentes estudios. En 2013 se estimó que anualmente se consumían en el mundo alrededor de 6,900 millones de las mismas(Equinox Center 2013), el Banco Mundial a su vez también proyecto que la producción de residuos sólidos podría duplicarse para el año 2025 con el consecuente nivel de probabilidad de impactos ambientales negativos.
Entre los principales usos que se les da a las bolsas plásticas están el transporte de mercancía, es común que las bolsas se utilicen para almacenar artículos o contener los residuos que se desecharán (Ayalon et al. 2009 y Chung 2008).
Algunos factores como el crecimiento económico, demográfico o los cambios en los hábitos de consumo han favorecido el uso de estos plásticos, siendo el impacto no solo económico sino también en el medio ambiente. (Gómez, 2015).